Al sudeste de Túnez, anticipando el inmenso Sahara, hay un inabarcable mar de sal, que solo una parte del año podemos denominar lago. Se trata de Chott el Djerid ( شط الجريد Šaṭṭ al-Ǧarīd), un verdadero descubrimiento para el viajero. Tiena una extensión de más de 5000 km2. (tres veces la de nuestra comarca) y mide unos 250 km de ancho.
En realidad es un lago, sí, pero debido a la escasez de precipitaciones y a las altas temperaturas (rondan los 50ºC), el agua se evapora con rapidez. En verano no queda ni rastro de ella. Es entonces cuando Chott el Djerid se torna mágico, pues la sal y la densidad del aire contribuyen a crear una ilusión óptica denominada fata morgana, capaz de confundir al más incrédulo.
El próximo día llevaremos a clase un poquito de este desierto de sal. Mientras tanto, echad un vistazo:
Por cierto: positivo para quien explique de forma clara qué es eso de las fata morgana (¡qué bello nombre!).
¡A por el positivo!
ResponderEliminarLas Fatas Morganas son las alucinaciones que sufrimos por las altas temperaturas en el desierto.
Por lo que he visto en las películas parece que siempre queremos ver agua, ese agua que siempre falta en el caluroso desierto, pueden ser islas, acantilados, barcos...
Eva María 1ºA
Correcto, aunque aquí no se ve agua (sería un "espejismo inferior"). Las fata morgana son "espejismos superiores". Quien las sufre cree ver objetos alargados y elevados en el horizonte, como castillos en el aire. El efecto se produce debido a la separación que surge, cerca de la superficie, entre el aire caliente y el aire frío por su diferente densidad. Esa separación actúa como una lente refractante y produce una imagen invertida, sobre la que la imagen distante parece flotar.
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