A raíz del nacimiento del habitante número 7.000 millones de la Tierra se ha generado una gran polémica al exisitir varios posibles bebés que lo fueran, aunque la opción más probable es la de que es una niña filipina.
En mi opinión, toda esta polémica es innecesaria, pero tiene una razón, que es que este ilustre habitante recibirá una beca, e incluso podrá recibir la donación de una casa, como pasó con el habitante 6.000 millones hace unos años.
Aparte de lo dicho, no está suficientemente desarrollado el nivel de censo en el mundo como para saber quién es exactamente este habitante, ni cuántos habitantes hay en la Tierra. El censo chino lleva meses actualizándose, y el mismo gobierno reconoce que hay bastante ocultación. Por otro lado, hay en el mundo tribus que no están registradas en el censo mundial y, por lo tanto, es como si no existieran.
Toda esta parafernalia del habitante número siete mil millones es simbólica, ya que nadie sabrá nunca quién fue el habitante número seis mil millones, ni siete mil millones ni ocho mil millones si éste nace algún día.
El verdadero problema y el gran reto tiene que ver con el reparto de la población mundial: sólo China cuenta con 1.350.583.000 habitantes, e India con 1.249.000.000. Y no es este un problema de reparto en el espacio, sino de distribución justa de los recursos.
Óscar de Jesús (3ºA ESO)
Cierto es lo que en este tema se dice con algo de suerte ya la Tierra habrá alcanzado el habitante 8.000.000.000 o no estará muy lejos de hacerlo demasiadas tribu y muy poco preciso el censo..
ResponderEliminarUna pena
No obstente, la fiabilidad estadística no es el principal problema. Que la Tierra llegue a los 8.000 millones de habitantes y lo haga con un crecimiento explosivo como el del último siglo sí que plantea numerosos retos. Es importante empezar a tomar medidas efectivas para corregir los desequilibrios actuales y prevenir las injusticias del futuro.
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