El cambio de hora no ha estado siempre en nuestros relojes. A partir del año 1974, cuando se produjo la primera crisis del petróleo, algunos países decidieron adelantar sus relojes para poder aprovechar mejor la luz del sol y consumir así menos electricidad en iluminación. Se aplica como directiva desde 1981 y ha sido renovada sucesivamente, cada cuatro años.
Según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), en nuestro país el ahorro en iluminación del sector doméstico durante los meses en que tiene efecto el cambio de hora -desde final de marzo hasta final de octubre- puede representar un 5%. Si el consumo medio de una familia es de 3.200 kilowatios por hora, el ahorro sería de más de 6 € por hogar y más de 60 millones en conjunto.
Nuria Latorre, 3ºB ESO
Hola, chicos.
ResponderEliminarIré publicando vuestras noticias (las que aún lo sean) en los próximos días.
Ha habido buena participación en esta primera ronda de "geógrafos y reporteros", con escritos de lo más variado...